(goles de: Vergillos, Belmonte, Ángel y Palacín)
El once inicial fue el formado por: Antonio, Palao, Vergillos, Ángel, Álvaro, Roque, Michael, Siro, Belmonte, Fenoll y Lauren.
En la segunda parte participaron: Beresaluze, David López, Palacín, Carrascosa y Eduardo (p.s.)
El partido fue muy físico, puesto que el Betis tenía jugadores muy grandes y potentes. Debido a eso aplicaban juego directo con peinadas constantes desde el saque de portería, tras robo de balón y ante saques de banda.
En un balón de esos que salen despejados acaba cayéndole al extremo derecho quien centra, pasa por debajo de las piernas de Vergillos y se queda muerta en un lugar al que no llegan ni el meta Antonio ni el central Ángel, quedándole a placer al jugador del betis, que bate a Antonio poniendo el 1-0 en el marcador.
Hasta entonces el dominio había sido herculano y a raiz del gol aún se intensificó más. Pero no llegaban ocasiones de gol claras y el betis se defendía con bastante orden y contundencia.
Cuando el partido finalizaba en su primera mitad, Vergillos se interna por banda izquierda y saca un centro en forma de globo, que el portero local "se traga", palmeándolo hacia dentro de su propia portería.
Así se llegaba al descanso.
Tras la reanudación el equipo herculano seguía mandando pero sin acierto, hasta que un balón rechazado, tras una jugada por banda, acaba a los pies de Belmonte, que con un espectacular zurdazo desde fuera del área introduce el balón por la mismísma escuadra.
Gol muy aplaudido, que suponía la remontada visitante.
Pero nada más lejos de la realidad porque cuando parecía que el Hércules podría matar el partido metiendo el 1-3. Llegaron 2 goles de los locales seguidos, invirtiendo el marcado hasta el 3-2.
El primero de los dos fue tras una peinada de saque de banda, que deja sólo en el área al delantero local, que bate perfectamente a Eduardo.
El tercero de los locales, tras jugada trenzada bien finalizada.
Y cuando la remontada local se antojaba injusta pero definitiva, apareció nuevamente la casta herculana y tras un corner botado a la perfección es rematado de cabeza de manera impecable por el central, Angel por toda la escuadra. Las tablas reinaban en el marcador pero ni en los banquillos ni en las gradas ni, por supuesto, en el campo parecían conformarse después de tantos esfuerzos.
Así se fueron sucediendo ocasiones en ambas porterías. El betis era quien llevaba el empuje del choque en el tramo final, pero el Hércules salía muy bien a la contra.
En una de esas Fenoll tuvo el 3-4, pero, inexplicablemente, cuando ya se cantaba el gol, la lanzó al lateral de la red.
También destacar dos intervenciones de Eduardo y el empleo a fondo de el equipo al completo en defensa que evitaron el 4º local.
Al final, el que acabó llevándose el gato al agua fue el equipo visitante cuando, Palacín, tras driblar a dos contrarios y al portero, logró colar el balón por el palo corto, llevando el éxtasis a la parroquia herculana y desbordando al jugador por la alegría ante un gol a sus amigos del barrio de la Florida, donde reside.
Así finalizó el partido, un partido vibrante, con alternativas en el marcador y de mucho espectáculo para todo el que se acercara a las instalaciones de la Florida a presenciarlo, con mucha tensión en los banquillos y muy disputado por los jugadores.
Después del pitido del árbitro los jugadores béticos y herculanos confraternizaron con un choque de manos y un agradecimiento a las aficiones que de manera recíproca correspondieron.
El once inicial fue el formado por: Antonio, Palao, Vergillos, Ángel, Álvaro, Roque, Michael, Siro, Belmonte, Fenoll y Lauren.
En la segunda parte participaron: Beresaluze, David López, Palacín, Carrascosa y Eduardo (p.s.)
El partido fue muy físico, puesto que el Betis tenía jugadores muy grandes y potentes. Debido a eso aplicaban juego directo con peinadas constantes desde el saque de portería, tras robo de balón y ante saques de banda.
En un balón de esos que salen despejados acaba cayéndole al extremo derecho quien centra, pasa por debajo de las piernas de Vergillos y se queda muerta en un lugar al que no llegan ni el meta Antonio ni el central Ángel, quedándole a placer al jugador del betis, que bate a Antonio poniendo el 1-0 en el marcador.
Hasta entonces el dominio había sido herculano y a raiz del gol aún se intensificó más. Pero no llegaban ocasiones de gol claras y el betis se defendía con bastante orden y contundencia.
Cuando el partido finalizaba en su primera mitad, Vergillos se interna por banda izquierda y saca un centro en forma de globo, que el portero local "se traga", palmeándolo hacia dentro de su propia portería.
Así se llegaba al descanso.
Tras la reanudación el equipo herculano seguía mandando pero sin acierto, hasta que un balón rechazado, tras una jugada por banda, acaba a los pies de Belmonte, que con un espectacular zurdazo desde fuera del área introduce el balón por la mismísma escuadra.
Gol muy aplaudido, que suponía la remontada visitante.
Pero nada más lejos de la realidad porque cuando parecía que el Hércules podría matar el partido metiendo el 1-3. Llegaron 2 goles de los locales seguidos, invirtiendo el marcado hasta el 3-2.
El primero de los dos fue tras una peinada de saque de banda, que deja sólo en el área al delantero local, que bate perfectamente a Eduardo.
El tercero de los locales, tras jugada trenzada bien finalizada.
Y cuando la remontada local se antojaba injusta pero definitiva, apareció nuevamente la casta herculana y tras un corner botado a la perfección es rematado de cabeza de manera impecable por el central, Angel por toda la escuadra. Las tablas reinaban en el marcador pero ni en los banquillos ni en las gradas ni, por supuesto, en el campo parecían conformarse después de tantos esfuerzos.
Así se fueron sucediendo ocasiones en ambas porterías. El betis era quien llevaba el empuje del choque en el tramo final, pero el Hércules salía muy bien a la contra.
En una de esas Fenoll tuvo el 3-4, pero, inexplicablemente, cuando ya se cantaba el gol, la lanzó al lateral de la red.
También destacar dos intervenciones de Eduardo y el empleo a fondo de el equipo al completo en defensa que evitaron el 4º local.
Al final, el que acabó llevándose el gato al agua fue el equipo visitante cuando, Palacín, tras driblar a dos contrarios y al portero, logró colar el balón por el palo corto, llevando el éxtasis a la parroquia herculana y desbordando al jugador por la alegría ante un gol a sus amigos del barrio de la Florida, donde reside.
Así finalizó el partido, un partido vibrante, con alternativas en el marcador y de mucho espectáculo para todo el que se acercara a las instalaciones de la Florida a presenciarlo, con mucha tensión en los banquillos y muy disputado por los jugadores.
Después del pitido del árbitro los jugadores béticos y herculanos confraternizaron con un choque de manos y un agradecimiento a las aficiones que de manera recíproca correspondieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario